Usualmente, cuando nos vamos de vacaciones nos preguntamos si llevar o efectivo o usar nuestras tarjetas en hoteles, restaurantes, aeropuertos o para adquirir souvenirs a nuestro regreso. Sin embargo, cada una de estas formas de pago tiene sus ventajas y desventajas.
Lo primero a considerar es que uno de los mayores beneficios de pagar con tarjeta de crédito es no tener que portar efectivo y por ende, tampoco se acumularán monedas al recibir el cambio. Además, contienen otros beneficios como seguro de pérdida y seguro de emergencias médicas.
Por otra parte, es más fácil recuperar tu tarjeta o solicitar otra si la extraviaras durante el viaje o si te enfrentas a un caso de robo. Las tarjetas de débito, por ejemplo, permite hacer uso de cajeros automáticos en el país de destino.
Sin embargo, el efectivo también puede traerte ventajas considerables. El coach financiero Andrés Mortola señala a El Universo que “hay países como los de América del sur, Argentina, por ejemplo, que, por el uso de efectivo, puedes aprovechar descuentos, puesto que con la tarjeta de crédito usan un tipo de cambio oficial, y en la calle puedes negociar”, comenta el experto.
¿Tarjeta o efectivo?
Esto es muy importante, ya que el tipo de cambio de cada país puede influir notablemente en tus finanzas si llevas dólares o euros en efectivo. Por ejemplo, en Latinoamérica, estas monedas son muy bien valoradas y pudieras recibir muchos más billetes por cada una de ellas. Esto pudiera ser un plus para tu economía cuando visites restaurantes o negocios privados. En el caso de los mercados o aeropuertos, sería mejor pagar con tarjeta.
El uso de efectivo puede usarse como una manera de limitar el gasto y controlarse, aunque lo ideal sería usar las dos formas de pago si viajas de vacaciones. “Una combinación de ambos”, señala Mortola, pues como todo lugar, puede ser más conveniente pagar con tarjeta y otras veces en efectivo.