Si bien existen cubanos que resaltan por su talento y su capacidad para emprender como emigrados, también están los que enlutan su procedencia al implicarse en negocios turbios o delitos mucho más reprochables.
Por estos días es noticia en los medios de Barcelona la denuncia de tres mujeres que fueron violadas y agredidas por un grupo de individuos liderados precisamente por un ciudadano de origen antillano.
En plena pandemia, Alejandro Raúl P.C., de 34 años y más conocido como ‘Cuba’ o ‘el cubano’ se encargaba de “reclutar” mujeres para invitarlas a fiestas clandestinas aprovechando el cierre de los negocios.
El referido cabecilla de la banda conocida como “La Manada de Castelldefels” las contactaba mediante aplicaciones de citas como Tinder o Badoo, para una vez dentro del lugar pactado ofrecerles drogas y alcohol.
Sin embargo, lo más sórdido del asunto es que la banda de agresores sexuales en serie, tal y como los ha identificado la policía, además de violar a sus víctimas las filmaban para chantajearlas mediante un grupo de WhatsApp al que denominaron ‘K-TEAM’ en el que también posteaban las fotos con contenido pornográfico.
Aunque las mujeres habrían asistido de forma voluntaria a las fiestas privadas, los cinco miembros del grupo (de nacionalidad española, cubana y rumana) están siendo acusados por agresión sexual no consentida y por distribuir en redes imágenes íntimas.
Cubano, líder de banda de agresores sexuales en España
El canal Telecinco de España que hizo referencia al asunto precisó que una de las jóvenes denunciantes dijo a la policía que fue agredida por tres individuos al mismo tiempo y que luego se le ordenó mantenerse callada.
La policía usó como referencia las conversaciones de teléfonos móviles incautados, aunque el cubano había borrado todo su historial por sospechas de que podía ir detenido y también avisó previamente al resto de ‘La Manada’.
“De las conversaciones extraídas, se puede ver que todos actuaban bajo las órdenes de este individuo”, precisa reporte del medio y que captaba a las mujeres y las “ofrecía” como si fueran de su propiedad a los otros miembros del grupo.
“Uno de ellos trató de excusarse y aseguró que él no había participado en la agresión sexual a una de las chicas, ya que sufrió disfunción eréctil en el momento de los hechos”.
Tanto el cubano como los demás agresores se encuentran pendientes a juicio y están siendo investigados por otros delitos similares ya pudieran ser una decena más las mujeres violadas por “La Manada” y que aún no se han atrevido a dar testimonio.