La escasez de bebidas de producción nacional en Cuba ha obligado al gobierno a sustituir las carencias mediante importaciones. De hecho, ya la cerveza y los rones traídos por las pequeñas empresas desde el exterior valen mucho menos que las producidas en la nación caribeña.
Esta semana varios medios locales anunciaron que desde Japón traerán Whiskys para vender en el mercado nacional lo cual “evidencia el interés de las compañías de este sector de dicho país asiático por el turismo de la isla”, señalaron este martes fuentes profesionales.
De acuerdo con un reporte de la agencia Prensa Latina, para el 20 de julio próximo ocurrirá dicha presentación en la sede de La Habana de la Asociación de Cantineros de Cuba (ACC). Allí acontecerá también la degustación y cata de varios whiskys japoneses con la intención de su posterior comercialización en el mercado nacional.
La sede provisional de la ACC se encuentra en la Avenida Paseo, No. 79, entre las calles Tercera y Quinta, en el municipio Plaza de la Revolución, muy cerca del Hotel Cohíba. Se prevé que asistan allí una veintena de los mejores cantineros miembros de esa organización que podrán valorar las cualidades organolépticas de dichos productos.
Whiskys japoneses en Cuba
“Los bartenders participantes en la cita podrán dar sus criterios, dictámenes, opiniones y visto bueno sobre esos espirituosos en aras de incentivar a las entidades y empresas (de distintos rangos) para su adquisición en la nación asiática y su distribución interna”, señala la nota.
Además, que un especialista japonés seleccionado especialmente para la ocasión estará al frente del certamen y será el encargado de explicar las cualidades y los valores de esas bebidas a fin de que sean bien apreciadas por los bartenders, empresarios y clientes internos.
Aunque aún se desconocen los nombres de los whiskys que tratarán de comercializar en Cuba, los organizadores sí están al tanto de que “son de gran calidad”. Resalta la información que en esta nación se producen y distribuyen bebidas de grandes cualidades como el ron Havana Club o el Santiago de Cuba, por solo citar dos.