¿Sabías que lo primero que deberías hacer al despertar es beber un vaso de agua? Sí, ya sabemos que prefieres el café, por eso te interesará leer este artículo.
El experto en sueño y psicólogo clínico Michael Breus, PhD, señaló en una reciente clase magistral del Global Wellness Summit centrada en la ciencia del sueño que el agua no solo es buena para la salud, sino que también es la mejor forma de rehidratarse después de dormir, ya que el sueño es un “evento deshidratante”.
“Perdemos casi un litro de agua cada noche, así que nos despertamos deshidratados”, dijo Breus durante el evento.
“Desafortunadamente, muchas personas prefieren tomar una taza de café como el primer líquido que consumen en el día. Recuerden, amigos, la cafeína es un diurético, les hace querer orinar. Así que no es una buena idea hacer eso, queremos agua para hidratarnos”, agregó.
¿Y por qué no el café? Según el experto, el café tiende a elevar los niveles de cortisol, que se asocia con hacerte sentir alerta y despierto, pero también con estresarte y ponerte más ansioso. Por supuesto, los cafés descafeinados siguen siendo una opción. No obstante, consideró que aun con esta alternativa no se obtendrán todos los beneficios del café a primera hora de la mañana.
¿Es bueno tomar café apenas nos levantamos?
Según explicó, técnicamente hablando, los niveles de cortisol suelen ser más altos por la mañana debido a la respuesta del cortisol al despertar, aumentando hasta un pico de entre el 38 y el 75 por ciento 30 minutos después de despertarte.
“Cuando te despiertas, es un momento en el que te estás recuperando de la sensación de somnolencia y siguiendo tu rutina matutina”, precisa. “No necesitas necesariamente un subidón de cafeína para cepillarte los dientes”.
Agua primero, y pasados unos minutos, es mejor el café. O sea, no se trata de abandonar tu café matutino por completo. Lo que importa aquí es el orden en el que haces las cosas. Breus recomienda beber unos 20 o 30 onzas de agua a temperatura ambiente antes de tomar cualquier otro líquido, preferiblemente también a temperatura ambiente.