Sin lugar a dudas, Florida es uno de los destinos turísticos por excelencia en los Estados Unidos. Todo cambió en el Estado del Sol, sin embargo, tras el paso de Ian. El huracán hizo añicos un paradisiaco pueblo.
“El viaje hasta llegar a Fort Myers es bellísimo, ya que debe pasarse por Bonita Springs y Fort Myers, donde hay una arquitectura maravillosa, con casas y mansiones hermosísimas”. Así describía una turista sus impresiones de la zona en 2019.
En artículos anteriores, sin embargo, hemos mencionado cómo Fort Myers Beach se ha convertido en una zona catastrófica, justo como en películas de ciencia ficción.
“La playa se extiende por siete millas y tiene arena blanca como el azúcar y espectaculares hallazgos de conchas y puestas de sol. El pueblo tiene una variedad de singulares escenarios culturales, parques, recreativos y naturales, así como tiendas y restaurantes”, señala el sitio oficial del gobierno.
El pueblo tiene una población de 5600 habitantes que viven preferiblemente en cabañas así como en casas de playas con lujos y varios pisos. Las personas jubiladas que viven en esta zona tienen además segundas residencias en otras partes de los Estados Unidos.
Ahora, estas casas de playas han quedado totalmente destruidas.
Lamentablemente, según describen varios medios como Euronews, las arenas blancas y suaves ahora forman parte de un fondo de color triste.
En lo que fue un sitio turístico y paradisiaco, ahora quedan postes y casas abatidas que fueron arrasadas por el fuerte fenómeno meteorológico.
El paradisiaco pueblo de Florida que Ian hizo añicos
La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias seguía buscando sobrevivientes con equipamientos de cámaras y perros de rescates.
Los residentes de Fort Myers Beach han quedado desolados al ver cómo quedaron sus viviendas destrozadas y en ruinas, con un nivel de agua que supera los 2.4 metros.
Lo curioso es que lo sucedido no ha alejado a las personas que tantos años han vivido alrededor de la costa, pues muchos manifiestan que no tienen pensado abandonar el lugar y muchos menos mudarse a otra ciudad.