Aunque un salario reducido puede presentar desafíos para el ahorro, no es una tarea imposible. No se trata de restringir el consumo o sufrir económicamente, sino de administrar los recursos de manera eficaz.
La estrategia 50/20/30, divulgada por una académica de Harvard, es una herramienta valiosa para lograr un ahorro consciente. Sin embargo, hay otros métodos y recomendaciones que cualquier individuo puede aplicar sin ser un experto en economía.
Estrategia 50/20/30 para el ahorro
Esta estrategia, propuesta por una docente de Harvard, busca facilitar la gestión financiera personal. Es fácil de comprender y aplicar.
Se basa en asignar el 50% del ingreso a necesidades fundamentales como alimentación, vestimenta y salud. Un 20% se destina al ahorro y el 30% restante a gastos no esenciales como ocio y viajes.
Es crucial ajustar los gastos esenciales al 50% del ingreso. Por ejemplo, con un salario mínimo en España de 1.134 euros, se asignarían aproximadamente 567 euros a gastos fijos, precisa este artículo. Unos 226,8 euros se reservarían para el ahorro y 340,2 euros para gastos discrecionales.
En cuanto a la vivienda, es recomendable no endeudarse más allá de lo manejable.
Aunque existen límites recomendados basados en un porcentaje del ingreso (30%-40%), este cálculo también debe incluir cualquier préstamo personal para mejoras del hogar, viajes o vehículos. Lo esencial es priorizar los gastos antes de comprometerse.
Si reservar un 20% para el ahorro resulta difícil debido al nivel salarial, lo adecuado sería ajustar los porcentajes a la situación económica particular y establecer metas realistas.
OTROS CONSEJOS PARA AHORRAR:
Además de la estrategia 50/20/30, existen múltiples consejos que pueden ayudar a cualquier persona a ahorrar dinero, independientemente de su nivel salarial.
Por ejemplo, se puede considerar la creación de un fondo de emergencia, que permita enfrentar imprevistos sin afectar el presupuesto mensual. También es recomendable revisar y ajustar regularmente los gastos fijos, como suscripciones y facturas recurrentes, para eliminar aquellos que no son esenciales.
Otra táctica útil es la planificación de compras y la utilización de listas para evitar gastos impulsivos. Además, el uso consciente de tarjetas de crédito y la búsqueda de descuentos y promociones pueden contribuir al ahorro.
Es importante recordar que cada situación financiera es única y que los consejos deben adaptarse a las circunstancias personales. Establecer objetivos claros y revisar periódicamente el progreso hacia estos puede motivar y guiar el proceso de ahorro.