El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, dijo en la clausura del Séptimo Periodo Ordinario de Sesiones de la IX Legislatura, que venía a “rendir cuentas e informar de mi gestión como Presidente de la República”.
No obstante, su discurso se centró, una vez más, en los efectos del bloqueo norteamericano y los planes de Estados Unidos para ahogar y derrocar a la Revolución.
El mandatario cubano aseguró que Cuba dejó de percibir “3 000 millones de dólares en ingresos”.
Como razones, habló de los “efectos combinados del recrudecimiento del bloqueo y el escalamiento de la pandemia”.
Asimismo, mencionó los “significativos gastos en exceso al Presupuesto para enfrentar la COVID-19, la protección de los trabajadores y de la población en general”.
En cuanto a las afectaciones directas a los cubanos, señaló que “no haber ejecutado oportunamente los mantenimientos y no poder adquirir los recursos imprescindibles para la garantía del servicio eléctrico provocaron los molestos apagones que venimos sufriendo desde el 21 de junio”.
En este sentido, manifestó que “el enemigo histórico de la nación cubana conocía la gravedad del momento y se lanzó con más saña aún contra nuestra economía”.
Considera que aprovecharon “un clima favorable a la irritación y al descontento”.
A pesar de que la política de los Estados Unidos hacia Cuba solo ha sufrido modificaciones bajo la era Obama, Miguel Díaz-Canel aseguró que “nunca nos hemos sentado a esperar el cambio de una política que durante 62 años ha variado solo para afianzar el cerco”.
Lo dice, aun cuando la mayoría de la población reconoce que muchos de los más recientes cambios obedecen a las manifestaciones ocurridas el pasado 11 de julio.
El Presidente de Cuba afirmó que “el socialismo no es el culpable de nuestros problemas, sino la única explicación de que hayamos sobrevivido a ese cerco feroz y genocida sin renunciar a desarrollarnos”.
Además, corroboró que “el 15 de noviembre Cuba reabrirá sus fronteras, los estudiantes retornarán a la escuela, La Habana esperará su aniversario 502 como no ha podido hacerlo en los dos últimos años. La vida nacional irá retomando su curso, con la mayor alegría, pero alertas”.
En este sentido, advirtió que “la paz y la concordia que distinguen la vida en nuestras calles seguirá reinando”.
“¡Nadie va a aguarnos la fiesta!”, dijo. “¡Ya estamos vacunados contra la COVID-19, y contra el miedo lo hemos estado siempre!”, concluyó.
Puedes leer el discurso completo en este enlace.
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