Los cubanos seguirán sufriendo con la mala calidad del pan y los retrasos en la entrega normada de este producto en las bodegas, ya que la situación con la materia prima es bastante compleja.
Así los hizo saber el director de los molinos Turcios Lima, en La Habana, Wilber Parra quien describió el panorama con una frase muy cubana: “La jugada está apretá”. El dirigente confesó al periódico Trabajadores que existen datos indicativos de la merma de las coberturas de harina de trigo en el país, mientras que los hornos panaderos esperan por el producto, esencial para todos, en especial para los niños.
A pesar de que el domingo arribó un barco a puerto cubano y comenzó la descarga de 21 mil toneladas de trigo canadiense, aun esta entrega no suple la demanda. “Con más reposo y la humedad ideal, el rendimiento fuera mayor. La premura con la que hay que llevar la harina a la población no nos permite otra cosa”, explicó Wilber Parra.
Según precisó, con mejores equipos debía darnos un 75%, pero el estado técnico de ellos tampoco es el óptimo. Además, que antes llegaban hasta tres barcos cada mes, pero ahora no; y utilizan el tiempo entre descarga y descarga para acometer mantenimientos y poner a tiro los viejos equipos.
Crisis en Cuba
El colectivo del molino Turcios Lima, uno de los cinco existentes en el país, lo integran 180 trabajadores, pero no reciben la cantidad necesaria de harina para enviar a todo el país y se les presentan otros problemas: “Anoche se trancó la turbina. Lo primero que hicimos fue intentar su reparación, algo muy complejo. La estamos cambiando”, declaró el subdirector técnico del molino Víctor Fernández.
Como era de esperar varios cubanos comentaron al pie de la publicación y denunciaron la escasez de pan y sus altos precios: “La jugada está apretá para el pueblo trabajador, no para los nuevos ricos y la clase política que si comen un buen pan”, posteó un usuario en los comentarios del medio.