Largas filas en Cuba para comprar combustible racionado

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La escasez de combustible en Cuba no solo ha golpeado directamente al sistema electroenérgetico nacional, también ha paralizado un porciento elevado del transporte público y privado. Trayendo como resultado largas filas en los establecimientos que expenden gasolina y petróleo que, a veces, suelen extenderse por más de diez días.

Para colmo, el combustible que se vende en los servicentros se entrega por cupos de manera racionada y directamente en los tanques de los vehículos. Reportes de medios independientes como Diario de Cuba confirman que al menos 200 propietarios de automóviles, camiones y camionetas hacían en la cola en la estación de servicio de la barriada habanera de Guanabacoa y Playa, para llenar sus tanques de gasolina.

“He visto situaciones un poco malas, pero no como ahora”, dijo a AP, Dany Pérez, de 46 años, un transportista privado que recorre el trayecto de Santiago de Cuba a La Habana y viceversa. Este cubano confirmó a la fuente que llevaba cerca de cuatro días en la fila y que tuvo que comer y dormir en su vehículo.

Filas kilométricas por combustible en Cuba

Las filas para adquirir el combustible se conforman mediante un listado llevado a cabo por los propios choferes que disponen sus autos de manera tal que ningún otro pueda adelantárseles. Aunque muchos optan por dejarlos en el lugar, otros pernoctan en propio vehículo para evitar que se les pase el turno.

“Soy taxista profesional, pago impuestos, seguridad social. Estoy establecido legalmente”, explicó al propio medio, Jhojan Rodríguez, de 37 años. “Mi casa, mi familia depende de este diésel que voy a echar aquí”, señaló el cubano que había pasado en la fila más de 12 días y hasta tuvo que empujar el auto hasta el punto de despacho pues el tanque se encontraba totalmente vacío.

“Nadie ha dicho ‘pasa esto’ con el combustible”, agregó Rodríguez. “Si en algún lugar saliera una información ‘miren, no hay petróleo porque la situación del país lo necesita para darle electricidad a las personas’, yo lo entiendo”.

Ante la escasez de combustible, muchos choferes particulares afirman que han pensado en un plan B: vender sus autos para comprar un pasaje hacia Nicaragua e iniciar desde allí el trayecto hacia Estados Unidos.

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