Reportado en condición de cuidados intensivos, el paramédico baleado por un policía en Guantánamo debió ser sometido a una operación de urgencia, aunque se encuentra “estable”, según comunicaron los canales oficiales de la provincia.
“Se le realizó una craneotomía producto de un hematoma craneal. La operación fue exitosa, aún continúa intubado y en estado crítico”, posteó el reportero oficialista Miguel Reyes. “El equipo médico de la Terapia Intensiva del Hospital Docente General Agustinho Neto de Guantánamo mantiene la vigilancia exhaustiva sobre el paciente”, agregó.
Luis Miguel Borot fue una de las víctimas del tiroteo provocado por un agente de la patrulla motorizada que arremetió contra la ambulancia que conducía para presuntamente tomar represalias contra su expareja Damarys Rodríguez Domínguez, Jefa de los Servicios de Terapia Intensiva del Policlínico del municipio El Salvador.
Lamentablemente, la mujer falleció por el impacto de las balas y el chofer aun lucha por su vida en el hospital provincial. Los hechos fueron reportados la semana pasada por usuarios que presenciaron la persecución y el tiroteo.
“Accidente en Guantánamo: Calle paseo entre 1 y 2 oeste. Policía de la motorizada (Caballito) dispara proyectiles sobre la ambulancia donde trabaja su esposa y un compañero que se dice que era el amante de ella. Se llevaron a los dos graves”, posteó el Facebook el usuario Yuni Rojas.
Paramédico baleado en Guantánamo
“La doctora llegó con vida al Hospital Docente General Agusthino Neto, después de recibir dos disparos en la cabeza, se le pudo reanimar y entubar, pero lamentablemente falleció”, publicó Reyes en aquel momento. “El perpetrador se entregó a las fuerzas del orden sin oponer resistencia”
En tanto, otros internautas reclaman al gobierno que el hecho apenas haya trascendido en los medios oficiales y que no sea reconocido como “feminicidio” sino como “crimen pasional”.
Varios guantanameros confirmaron que el policía iba vestido de civil y que su móvil principal fueron las “sospechas de infidelidad”, aunque la víctima se había separado del asesino hacía tiempo atrás.