La situación actual de los músicos y artistas cubanos se acentúa como una de las más sensibles entre los sectores de la cultura en la isla. Tanto los llamados “subvencionados” como “comerciales” han debido esperar durante meses para que la entidad que los representa les abone finalmente sus salarios por actividades que, incluso, habían concretado desde el año pasado.
Un reportaje reciente del periódico espirituano Escambray reconoce que la Empresa Comercializadora de la Música y los Espectáculos (ECME) Rafael Gómez Mayea dejó de pagarles sus sueldos a los músicos durante tres meses, “una violación de los principios fundamentales del derecho laboral socialista cubano, según el Código de Trabajo”.
En tal sentido, el diario oficialista explica que esta fue de las empresas con mayores pérdidas generadas al país durante la pandemia, cuando el gobierno decidió abonar solo el 60 por ciento de su salario original a todos los músicos del país. Sin embargo, el dinero rara vez llegaba a tiempo a causa de deudas cíclicas y la inoperatividad a nivel nacional.
Sin salarios los músicos en Cuba
“No estábamos preparados”, dijo al medio Leticia Ulacia, artista de Sancti Spíritus. “Llegamos a la pandemia con una situación financiera difícil al tener que pedir préstamos al banco, con multas por la ONAT, cadena de impagos a los músicos… El actual estado de este tipo de empresa precisa ser valorado por la máxima dirección del país, aunque reconozco que no podemos ser subsidiados. Hoy hay otras emergencias como buscarle comida al pueblo y la situación energética”.
Actualmente, la empresa comercializadora de esta provincia ha contraído una deuda de alrededor de 644 000 pesos del crédito puente y enfrenta diversas inconformidades en el sector musical: “nula discografía, deprimida promoción, incapacidad para adquirir ropa e instrumentos para las agrupaciones, imposibilidad de asistir a eventos fuera de la provincia, pérdida de espacios”, admite Escambray.
Para paliar un tanto la situación, la directiva de la entidad plantea que la empresa debería “salir a la calle” a buscar fuente de empleo para sus músicos, negociar con quienes soliciten el servicio y aceptar que los mismos cobren un dinero por la entrada de personal a sus espacios.
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En cualquier país del mundo los músicos sin trabajo no ganan un centavo.
A leer este artículo parece sea culpa de Cuba, la pandemia, el bloqueo recrudecido, otras 243 restricciones contra la isla…
Hasta cuando ?