A raíz de la crisis de alimentos y productos de aseo en las tiendas cubanas, muchos emigrantes o residentes en el exterior optaron por emplear diversas plataformas de compras virtuales para abastecer las casas de sus familiares en la isla.
En menos de 72 horas, gran parte de estos supermercados virtuales entregan al destinatario desde artículos simples como un paquete de café, una caja de cervezas hasta un refrigerador o un cerdo listo para asar. La red opera en casi todas las provincias de Cuba mediante compras desde el exterior, ya sea por euros o dólares americanos.
Sin embargo, muchos clientes dentro y fuera de la isla se preguntan cómo llegan estas transferencias a las cuentas de los bancos cubanos, de qué manera burlan el embargo o quién establece realmente los precios de estos artículos solamente ofertados en el ciberespacio.
Luego de que el gobierno comenzara a vender todo tipo de productos en Moneda Libremente Convertible los más indispensables y necesarios desaparecieron por arte de magia de los establecimientos físicos y pasaron a ser comercializados solamente en el medio virtual. En estos casos se hallan los refrescos enlatados, la cerveza, el aceite y hasta los solicitados paquetes de muslos de pollo.
Un reciente reporte del medio independiente Diario de Cuba revela que a pesar de que el gobierno se justifica con cierta deficiencia de aluminio para envasar refrescos de la marca Ciego Montero, estos se encuentran a la venta en tiendas virtuales como MallHabana.com. Dicha empresa pertenece al español José Carlos de Santiago, presidente de la compañía española Goldblack y accionista de la aerolínea Plus Ultra.
Tiendas virtuales en Cuba
Por ejemplo, en MallHabana.com., “la caja de refresco de naranja Ciego Montero de 24 unidades está disponible por 20 dólares, mientras que el blister de seis pomos de litro y medio de refresco TuKola de la misma marca cuesta 13.55”. También comercializan otras bebidas importadas como Coca Cola o Sprite.
Por otra parte, la plataforma online de Katapulk, propiedad de Hugo Cancio, propone cinco kilogramos de leche en polvo por casi 60 dólares y un “bonus track” de una recarga telefónica.
Además de estas compañías reconocidas, la investigación de DDC arroja que existen más de 24 negocios parecidos, junto a otros emprendimientos que realizan envíos desde países específicos a la Isla, con una oferta menos abundante y una logística menos rigurosa.
Las mismas están diseñadas para facilitar el plato de comida a los familiares de emigrados y proveer de artículos producidos en el mismo territorio nacional, pero que no se encuentran a la venta en ningún establecimiento, ni siquiera por MLC.
“¿Habrá llegado a la conclusión el régimen de la Isla de que, ante la caída del flujo de remesas tras las sanciones de Donald Trump y la salida del país de Western Union, una forma de volver a hacerlas fluir es profundizando las carencias de los cubanos para que sus familiares emigrados se ocupen de alimentarlos?”, se pregunta al respecto el periodista de DDC.
Aunque se desconocen los ingresos netos de estos negocios, lo cierto es que operan bajo en amparo del gobierno cubano, especialista en lucrar con las carencias del pueblo y el dinero de quienes se marcharon en busca de una vida más digna y próspera.
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