Los cuentapropistas cubanos no tienen azúcar para mantener sus negocios. Parece chiste, pero…
De haber sido uno de los países latinoamericanos con mayor número de centrales, en estos momentos Cuba no cuenta con una producción estable de azúcar ni para satisfacer la demanda de la población.
Muchos trabajadores por cuenta propia, sobre todo los dedicados a la repostería, han debido colocar carteles en las puertas de sus negocios indicando que se compra el producto. El estado no garantiza su venta mayorista y solo se entrega normado por la libreta de abastecimiento.
Un reportaje publicado por el medio independiente Diario de Cuba informa que cada libra de azúcar ha ascendido a más de 100 pesos en el mercado informal, un incremento significativo en el corto período de solo tres meses.
Aunque se han disparado también los precios de la harina o la maicena, el azúcar ha experimentado una subida precipitada por la propia inflación que se sufre en la isla.
Gran parte de los trabajadores del sector no estatal entrevistados por DDC aseguran que, para compensar los gastos en la inversión, tendrían que subirles los precios a los dulces que fabrican.
“Estamos hablando de cafeterías de barrios donde los consumidores son los cubanos de a pie: los viejitos del café, los jugos, refrescos o dulces para la merienda de los niños”, explica al medio Marbelis Gallardo, propietaria de tres establecimientos de este tipo en La Habana.
“Subir más los precios no es viable, al menos para los que sostenemos este tipo de negocios que más bien son para la gente de menos recursos. Cambiar las ofertas tampoco los va a beneficiar, pero de alguna manera yo tengo que mantener una familia y un negocio”, refirió Zoe Álvarez, otra cuentapropista habanera.
Cuentapropistas cubanos, sin azúcar
El azúcar que se adquiere en el mercado informal también se halla racionada, debido a la poca disponibilidad y tras el peligro que supone su reventa, considerada como actividad económica ilícita.
“Incluso al mercado negro también llegó el racionamiento”, argumenta Tomás Bravo, dueño de una cafetería de la capital.
“Un amigo me avisó que un bodeguero en La Lisa estaba vendiendo azúcar a 80 pesos la libra, pero resulta que el bodeguero era solidario y solo estaba vendiendo 20 libras por cada cliente que llegaba recomendado, pues decía que otras personas también necesitaban comprar azúcar y que él no vendía exclusivamente a los cuentapropistas”.
Otros habaneros han denunciado que ni siquiera en las bodegas existe la disponibilidad de azúcar suficiente “para vender por la izquierda” porque la cuota mensual ha tenido faltantes en los últimos meses.
La zafra correspondiente al período 2021 hasta la fecha está considerada como la más baja de los últimos años. Solamente se obtuvieron 480.000 toneladas de azúcar. De los 35 centrales implicados en el proceso, solo tres cumplieron con el plan productivo.
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