El boxeador cubano Ariel Hernández, que ganó dos medallas de oro olímpicas en Barcelona 1992 y en Atlanta 1996, expresó su descontento con el trato que recibe de las autoridades deportivas del gobierno cubano en una entrevista con el periódico oficialista Trabajadores.
“Nos olvidan (…) eso hace que muchos se refugien en el alcohol. Se sienten desamparados cuando se retiran. Es difícil. Nadie se acerca a ti. Ni siquiera los que creías que lo harían. Es como si te usaran”, dijo esta leyenda deportiva desde su hogar en La Habana.
Hernández relató que se sumergió en el “mundo de la bebida” por el abandono, pero no llegó muy lejos porque reaccionó a tiempo y gracias al apoyo de su familia y buenos amigos salió de eso.
“Por ser doble campeón olímpico cobro 7 mil 200 pesos. Eso no es suficiente. Cuando estaba en la cima me lo daban todo. ¿Y ahora qué? ¡Los golpes de la vida duelen más que los del ring! Soy el mejor 75 kilogramos que ha pasado por el boxeo cubano. Lo dicen los resultados”, añadió.
El pugilista doble campeón olímpico contó que como “recompensa”, el régimen lo mandó de misión deportiva a Venezuela y obtuvo “buenos resultados”.
Ariel Hernández y el olvido de las glorias en Cuba
Ariel Hernández lamenta desde Cuba no haberse dedicado al profesionalismo en el boxeo, porque no le tocó vivir esos tiempos. “¡Hubiera triunfado!”, afirmó.
“Es difícil por lo que estamos pasando los medallistas olímpicos. El dinero no alcanza. Todo es muy caro (…) Soy custodio en una mipyme. Estoy disgustado con el Inder. Siento mucha roña”, manifestó.
Hernández aseguró que nunca quiso irse de Cuba, aunque tuvo oportunidades y hasta le ofrecieron dinero en muchas ocasiones. Sin embargo, lamenta la situación de la atención al deporte en Cuba y a las glorias.
“Tenemos que hacer más por el deporte. Algo pasa. Se van los atletas. El porqué no lo sé”, finalizó.
Ariel Hernández, de 53 años, es una gloria olímpica cubana que compitió en boxeo, en la categoría de peso mediano y que logró la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 y en Atlanta 1996.