Capturan a los asesinos de un futbolista cubano

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Casi dos años después de su asesinato, dieron con los presuntos culpables del crimen que terminó con la vida del joven futbolista cubano, residente en México, Alessandro Amador Triana, jugador de 21 años, de segunda división en el fútbol mexicano, con los Arroceros de Cuautla.

Según reportes locales, el 26 de septiembre del año 2020, el futbolista cubano Alessandro salía de un entrenamiento en su club, junto con dos compañeros, caminando por la avenida Insurgentes de la colonia Emiliano Zapata perteneciente al municipio de Cuautla. De camino a su casa, encontraron a una mujer llorando que solicitaba ayuda en una tienda.

Los testigos indicaron que del establecimiento, salió un hombre, Juan Carlos, quien les refirió que la mujer era su pareja y no se inmiscuyeran. Los jóvenes siguieron su camino, entraron a un bar en la misma calle y compartieron algunas bebidas. En la madrugada, Juan Carlos y Francisco entrarían al bar, preguntando por la chica anteriormente mencionada. Ante la negativa de su paradero, ambos hombres salieron, pero lo esperaron.

Momento de la detención en Texas

Una vez fuera del bar, fue golpeado por ambos sujetos y lo montaron a la fuerza en coche tipo Gol de color blanco. Luego lo bajan del vehículo y lo siguen golpeando para posteriormente arrastrarlo para sumergirlo en el canal de riego. El cuerpo sin vida fue localizado un día después.

¿Quiénes eran los autores del crimen del futbolista cubano?

Finalmente, casi dos años después, se consiguió la detención en Texas, de Juan Carlos “N” de 30 años de edad y Francisco Javier “N” de 27 años, ambos residentes del municipio de Acámbaro, Guanajuato.

Los exámenes periciales indicaban que el deportista habría muerto ahogado, por lo que se cree que pese al disparo recibido, aún permanecía con vida al caer el canal de agua. Desde el inicio de la investigación se sospechó de dos hermanos Juan Carlos “N” y Francisco Javier “N”.

“Alessandro de 21 años de edad, de origen cubano, presentó una lesión en la extremidad cefálica a la altura del pómulo y de la ceja izquierda. Entre sus pertenencias se encontró una credencial expedida por el Instituto Nacional de Migración”, se leía en el informe policial.

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