Este lunes, en el comienzo de las quintas subseries particulares de la II Liga Élite del Béisbol Cubano, los equipos Gallos y Cocodrilos dividieron honores.
La racha de seis victorias consecutivas de los espirituanos llegó a su fin. Sin embargo, el día estuvo marcado por un hito importante: el destacado jugador yayabero Frederich Cepeda alcanzó las 1400 carreras impulsadas y las 4000 bases recorridas.
El comentarista deportivo de Sancti Spíritus, Maikel Martín Gallego, celebró este logro, destacando que Cepeda, “una gran estrella y ejemplo para los jugadores actuales y futuros del béisbol cubano, continúa aumentando sus impresionantes números”.
El 17 de noviembre, en su quinto y último turno al bate contra Industriales, Cepeda logró su jonrón 353 de por vida, sumando 854 batazos de más de una base y rompiendo el empate con el también estelar Orestes Kindelán. Con este logro, Cepeda, considerado por muchos expertos y periodistas como el mejor beisbolista cubano del siglo actual, se convirtió en el líder histórico en la producción de extrabases en campeonatos nacionales de la isla.
A pesar de que las autoridades ya no lo tienen en cuenta para equipos nacionales, la leyenda del béisbol cubano continúa jugando en un torneo cada vez más empobrecido.
FREDERICH CEPEDA: HOMBRE RÉCORD DE LA PELOTA CUBANA
Antes de celebrarse la quinta edición del Clásico Mundial de Béisbol, a la que la dirección del Cuba se negó a llevarlo, se le reconocían estos registros:
– Líder en jits en el Clásico Mundial de Béisbol, el torneo de selecciones más importante y competitivo. Sumó 31 de sus 32 imparables en los primeros tres torneos.
– Líder en carreras impulsadas: el multimedallista olímpico con oro en Atenas 2004 y plata en Beijing 2008, estableció el récord de carreras impulsadas, 23, en los primeros tres torneos: ocho en 2006, diez en 2009 y cinco en 2013.
– Líder en bases por bolas: 22
Cepeda es uno de los peloteros más queridos en la isla. Ha defendido el derecho de los peloteros cubanos de dar entrevistas a medios considerados como no oficiales en Cuba y ha opinado sobre el éxodo de otros compañeros de profesión, que “cada persona tiene su manera de pensar y eso hay que respetarlo”.