La actriz cubana Claudia Álvarez concedió una entrevista al medio Yucabyte, donde explica por qué decidió salir de Cuba.
La actriz de la novelas Latidos Compartidos y Aquí Estamos y de las series Zoológico y Tras La Huella, hoy radicada en España habló sobre las razones que la llevaron a emigrar, y no se guardó nada.
Expresó su descontento con la situación social que se vive en Cuba, donde el maltrato, el machismo, la discriminación y la falta de empatía son moneda corriente. También criticó la falta de mecanismos reales para que los ciudadanos puedan cambiar las cosas que les molestan, y dijo sentirse desgastada por ese ambiente.
“Tristemente, todo cambió mucho, nos fuimos desgastando demasiado a nivel social y eso era lo que más me afectaba: el maltrato en cualquier lugar al que fuera, el machismo en las calles, la falta de protección a colectivos minoritarios, la falta de empatía a nivel social y, sobre todo, no disponer de mecanismos reales como ciudadana para cambiar esas cosas que me molestaban”.
Claudia Álvarez en Yucabyte.
Sin embargo, también reconoció que extraña mucho a su familia, a sus amigos y a su profesión. Dijo que lo que más le gusta de Cuba es su gente maravillosa, su Isla bella y maldita. Y confesó que no se siente con moral para dar ningún mensaje a los cubanos que están en la Isla, sino solo enviarles su abrazo y su amor.
ACTRIZ CUBANA CLAUDIA ÁLVAREZ
Álvarez también recordó con nostalgia y admiración el cine cubano hecho en Cuba, y elogió el ambiente creativo y la pasión de los que siguen haciendo arte en medio de las dificultades.
Con relación al 27 N, el movimiento de protesta pacífica que se dio en el Ministerio de Cultura, dijo que “no entiende de política ni del impacto real que tuvo esa noche”, pero que estuvo allí por “fidelidad a sus amigas, no por valentía ni por buscar el cambio”.
Reconoció que quizás es “demasiado cobarde para querer cambiar cosas, y que irse no era la solución”. Dijo que Cuba la necesita, pero que ella solo piensa en ella para recordar los buenos momentos, y que eso le genera “más distancia y más olvido”.
Evidentemente, no hay una sola forma de ver las cosas, ni una sola forma de vivir el exilio. Cada uno tiene su propia historia, su propia voz y su propia forma de relacionarse con Cuba. Es importante escucharlas todas, sin juzgarlas ni descalificarlas.