Tras una larga racha el pasado año de pérdidas frente al dólar americano, el euro parece haberle ganado bastante terreno y puede que se mantenga en alza para los próximos meses. Varios expertos consideran que, aunque el billete verde se ha recuperado, la situación dista de ser positiva.
De acuerdo con los últimos vaticinios, en el horizonte solo se vislumbra más debilidad para el dólar debido a las recuperaciones en Europa y China que “harán mella en los refugios seguros” de esta moneda americana. Como bien apuntan varios especialistas financieros, en dólar débil normalmente significa un euro más fuerte.
Según explica Thomas Hempell, responsable de macro e investigación de mercados en Generali Investments, el dólar de Estados Unidos sigue siendo caro en varias métricas, al tiempo en que también sigue en territorio de sobreventa frente a la incertidumbre política.
Esta firma italiana considera como “poco probable” que el reciente rebote del dólar marque un “cambio de tendencia” frente a su homólogo europea. Resulta que “con los tipos de la Fed alcanzando niveles máximos durante el verano y la desinflación avanzando lentamente, la disminución de la incertidumbre sobre los tipos y unos datos de crecimiento mundial más sólidos erosionarán la demanda del dólar como refugio”.
Guerra del euro-dólar
En tanto, los expertos alegan que el euro se mantendrá elevado respecto al dólar con brechas mayores impulsadas por la diferencia de postura entre la Fed y el Banco Central Europeo (BCE).
Hay que tener en cuenta que El Banco Central Europeo es diferente a la Reserva Federal de los Estados Unidos porque, en otras palabras, el BCE es mucho más conservador que la FED. Mientras la misión del Banco Central Europeo es lograr la estabilidad monetaria y mantener la inflación por debajo del 2%, la Reserva Federal, busca lo primero más la generación de empleo.
Por su parte, los expertos de HSBC Global Private Banking dirigidos por Willem Sels también precuisan que será más difícil que la economía de Estados Unidos siga superando a otras economías occidentales: “La ralentización del crecimiento en EEUU y los máximos de los tipos de interés deberían provocar que el dólar vuelva a registrar una tendencia a la baja”, reconocen.