Piden más tiempo para cerrar negocios en pulguero de Hialeah. La mayoría de estos comerciantes se quejan de que invirtieron mucho dinero en reparar sus locales o bien no tienen otro trabajo para sostener a su familia.
Muchos de los comerciantes del popular mercado de Opa Locka-Hialeah se sienten molestos por el cierre definitivo del pulguero y han reclamado que se les otorgue al menos un plazo de seis meses antes de clausurar sus negocios.
En la carta enviada recientemente por la dirección del establecimiento a la comunidad, se anuncia que contrato de arrendamiento con los propietarios del 12691 y 12705 de la avenida NW 42 de Opa Locka, Florida, expira finalmente el 30 de junio de 2022.
Sin embargo, los comerciantes del mercadillo afirman que se les avisó solo con 30 días de antelación y se reunieron para pedir un plazo prudencial que les permitiera reubicar toda la mercancía que tienen en sus locales y buscar otras opciones de trabajo.
Una cifra considerable de estos negociantes lleva trabajando en el lugar por décadas, como es el caso de Iris Rodríguez, que vende herramientas en su modesta tienda y que debe mantener a sus dos hijos y su madre enferma.
“Llevo casi 30 años, pagando semanalmente por mi tienda. Sin embargo, me enteré del desalojo, cuando otro comerciante vino a preguntarme sobre una carta que había emitido la oficina del mercado”, sostuvo la mujer.
“Yo sabía que venía algo feo. Porque cada vez era más difícil para los clientes acceder al mercado. Pusieron unos bloques azules rodeando toda el área. Lo que nunca me imaginé es que viniera tan pronto y lo hicieran de esta forma”.
El pulguero de Hialeah daba de comer a muchas familias
Roberto Hilarión, que vende peces tropicales en su tienda desde hace 28 años, confiesa que, en el último año, ha invertido más de 40.000 dólares en arreglos y mejoras de su establecimiento.
“Me siento engañado”, apunta el hombre. “Si es verdad que vendieron el mercado hace cuatro años, pudieron avisarnos, seis meses antes. Así la gente hubiera preparado todo, poco a poco. Yo hubiera ido desbaratando todo lo que estaba haciendo y no hubiera seguido gastando dinero, poniendo bonito los puestos para que me digan de buenas a primera, hay que irse”.
La mayoría de estos comerciantes se quejan de que invirtieron mucho dinero en reparar sus locales o bien no tienen otro trabajo para sostener a su familia. Tampoco entienden por qué permitieron la apertura de nuevas instalaciones si las autoridades conocían del cierre absoluto del pulguero luego de cuarenta años funcionando como tal.
“Con este trabajo uno mantiene a sus hijos. Ellos pudieron darnos hasta diciembre. Así uno más o menos poder prepararse. Pero si te dicen que te vas en un mes, te indignas, como estamos todos”, comentó el tendero Ramón Vásquez.
Hasta el momento, los comerciantes desconocen quién ocupará el sitio donde se encuentra el Opa Locka, aunque algunos presumen que fue adjudicado a la empresa Amazon o que se fabricarán allí varios almacenes industriales.
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