Miami, una de las rentas más caras de Estados Unidos

Quitan el Toque de queda en Miami
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Las rentas en Estados Unidos han subido de manera exorbitante en este último año y Miami ocupa el quinto lugar más caro en el país, con un precio de casi 3 mil dólares por mes, un 52,4 % más que el año pasado.

De acuerdo con una reciente investigación de la Universidad de la Florida Atlántica, Miami-Dade, Broward y Palm Beach resultan los sitios más caros para alquilarse, sucedidos por Fort Myers, en el suroeste de Florida, con una media de renta mensual de 2.052 dólares mensuales.

Según advierten varios analistas financieros, el costo por mes de una hipoteca resulta más barata que alquilarse en una vivienda de tamaño similar. En palabras del economista Danielle Hale, “los mercados de alquiler en Estados Unidos están más que compensando el tiempo perdido.

Si bien muchas personas que buscan un lugar asequible para vivir se sienten entre la espada y la pared a medida que aumentan los costos de alquiler y compra de vivienda, una serie de factores podrían inclinar la escala de asequibilidad a favor de las personas que compran una vivienda por primera vez este año”.

Rentas en Miami por las nubes

Otra de las causas que condicionan los altos precios de los alquileres en Florida está dada por las dificultades de los promotores inmobiliarios para construir más unidades debido a la escasez de suministros y el aumento de los precios de los materiales.

Según advierte el también economista Ken. H. Johnson, “Florida es un destino popular en circunstancias normales y ahora es aún más deseable porque sus políticas durante la pandemia favorecieron fuertemente a los consumidores y las empresas”.

El experto también precisó que estos precios tan elevados que cobran los propietarios se deben a que los inquilinos los aceptan rápidamente con tal de no perder la posibilidad de la renta y añadió que “todo esto apunta a una persistente escasez de inventario en las unidades de alquiler”.

Al mismo tiempo, los especialistas de la materia tampoco aconsejan una mudanza a los suburbios por los altos precios del combustible y el propio costo de los automóviles.

No obstante, advierten que la disyuntiva entre comprar o alquilarse depende, en gran medida, de una decisión personal, dado que las tasas hipotecarias también están subiendo de precio.

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