Japón se destaca por tener una de las tasas más bajas de obesidad en el mundo, un notable 3,5% en comparación con países como España o Estados Unidos, donde las tasas son significativamente más altas.
Este logro se atribuye en gran medida a las tradiciones culturales del país y a las políticas implementadas para combatir el sobrepeso.
La dieta japonesa se caracteriza por su facilidad de digestión. Durante los meses de verano, es común el consumo de alimentos crudos que ayudan a combatir el calor, mientras que en invierno se prefieren los alimentos cocidos.
Además, los japoneses practican el método Hara Hachi Bu, que consiste en dejar de comer al sentirse ligeramente saciados, evitando así el exceso.
Costumbres en Japón
En general, su alimentación se basa en un equilibrio de cereales integrales, frutas y verduras orgánicas y productos derivados de judías.
El estilo de vida activo también juega un papel crucial. Caminar diariamente, practicar yoga y realizar estiramientos son actividades comunes que contribuyen a la reducción del estrés y al uso eficiente de la grasa corporal.
Otras prácticas incluyen baños en agua caliente para quemar calorías y la técnica de respiración prolongada que favorece la descomposición de grasas. Estos métodos no solo promueven un peso saludable sino también un bienestar general.