Como si se tratara de un nuevo descubrimiento, el Primer Ministro cubano llamó a enfrentar “el desafío demográfico que representa el envejecimiento poblacional”, con una mejor atención de los profesionales de la salud “para elevar su calidad de vida”.
La noticia, publicada en el medio oficialista Cubadebate, generó varios comentarios de usuarios que reclamaron una mejor atención para los ancianos en Cuba.
El artículo hizo referencia al recorrido de Marrero Cruz por varias recorridos por instituciones médicas de La Habana durante el Fin de Año “para intercambiar con los trabajadores y chequear avances tecnológicos y de infraestructura”.
El político cubano mencionó a los más de 1 000 pacientes en el país que requieren prótesis de cadera, y llamó “a afianzar el trabajo comunitario con los ancianos que presentan limitaciones para caminar”.
“Algo más del 20% de la población tiene más de 65 años, sin embargo, nunca viene un geriatra al médico de la familia. Las salas de fisioterapia quedan lejos de muchísimos hogares y es muy difícil trasladar a los ancianos. En los policlínicos hay pocos turnos para ortopédicos y oftalmólogos, especialidades muy demandadas por ese grupo de personas”, escribió el usuario Julio Carmelo Arias Huergo en la publicació del medio.
“Las pensiones no alcanza para nada, la calidad de vida por el suelo. Tenemos que dejar las consignas atrás y hacer las cosas realmente. Espero que me publiquen porque últimamente…”, señaló el lector identificado como “El Adulto”, en obvia referencia también a la censura del medio estatal a los foristas.
2022: UN AÑO ESPECIALMENTE DURO PARA LOS ANCIANOS CUBANOS
La propia prensa partidista ha debido reconocer que con una jubilación inferior a los 1500 pesos, los ancianos cubanos no pueden permitirse siquiera el pago de su estancia en las llamadas “Casas de abuelos” o asilos en Cuba.
La directora municipal de Salud en Pinar del Río dijo a los medios que, si bien han tratado de captar ancianos que precisan del servicio, “sus familias no han estado de acuerdo por los altos precios del mismo”.
Algunas personas de la tercera edad entrevistadas para el periódico local explicaron que la alimentación en esos locales no es la más apropiada y que, luego de abonar la mensualidad requerida, les queda muy poco dinero para emplear en otras necesidades básicas.