Resultados de Cuba en Tokio 2020 se deben a “profecía de Fidel”, publica JIT

Resultados de Cuba en Tokio 2020 se deben a “profecía de Fidel”, publica JIT
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Jit, publicación oficial del INDER en Cuba, ha titulado un trabajo reciente sobre la actuación de Cuba en los Juegos Olímpicos: “La profecía de Fidel hecha realidad en Tokio 2020”.

El trabajo comienza diciendo que “hace varios años, a inicios del siglo XXI, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz aseguró que la historia tendría que hablar del deporte cubano y no por lo que había logrado hasta ese momento, sino por lo que haría en el futuro”.

Así, hacen referencia a que “relucen siete títulos, 15 medallas en total y el lugar 14 en la tabla por países de los Juegos”. 

“Entendemos que Fidel probablemente se refería a sucesos como estos, cargados de brillo deportivo y sentido patriótico, pues los tiempos, la época, así lo han querido”, añaden. 

LA POLÍTICA EN EL DEPORTE CUBANO

Muchos amantes del deporte cubano anhelan que se despolitice este sector en la isla. Sin embargo, no parece que vaya a ocurrir. 

En medio de la algarabía por el triunfo ante el cubano-español Enmanuel Reyes, Julio César la Cruz soltó un «Patria y vida, no. ¡Patria o muerte, venceremos!». 

Así respondía a comentarios previos de Reyes, quien aseguró sería el primer cubano que gritaría «Patria y vida» en un escenario olímpico.

Válido el derecho de los deportistas de creer en lo que quieran. 

Sin embargo, el gesto de la Cruz avivó la arenga patriótica en las redes sociales y el debate entre cubanos con diferentes posturas políticas. El deporte quedó a un lado.

El estelar luchador cubano Mijaín López también dedicó su triunfo a Fidel Castro y fue más allá diciendo que “él llevó el deporte a Cuba”. 

A pesar de la admiración que le tienen al atleta, no fueron pocos los que se sintieron ofendidos ante la declaración del multicampeón olímpico. 

Los seguidores del deporte en Cuba muchas veces se quedan con las ganas de que los atletas reconozcan únicamente el sacrificio y el esfuerzo detrás de cada medalla y aprendan a “esquivar” las preguntas que buscan las dedicatorias de siempre. 

En un país donde las vallas y carteles de instalaciones deportivas tienen más consignas políticas que referencias meramente deportivas, parece imposible valorar los resultados de los atletas sin que se inmiscuya la política. 

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