Luisa María Jiménez sobre su “Tojosa”: “Salir a la calle era un infierno”

Luisa María Jiménez
foto: Instagram
Si te gusta, ¡COMPARTE!

La fama es un tema que la actriz cubana Luisa María Jiménez conoce muy bien. En una reciente entrevista, con el medio OnCuba, compartió su experiencia sobre cómo la fama le ha afectado en su vida personal y profesional, sobre todo con su personaje de “Tojosa”, en la novela “Sol de Batey”.

“La fama te cambia. Te convierte en alguien que todos quieren ver, admirar, imitar; pero también te expone, te agobia, te presiona”, expresó a la revista OnCuba.

Añadió que “se acaba tu intimidad y empiezan a circular rumores y mentiras sobre ti que nunca imaginaste. Tu mundo se hace más grande y tu realidad se puede alterar. La gente espera que tú seas su sueño, su modelo. Muchas madres me decían que sus hijas se parecían a mí y las llamaban “Tojosa”. Ir a la calle era casi un suplicio, un infierno”.

Luisa María Jiménez y su papel de Tojosa

“Que no se me malinterprete, yo estoy muy agradecida por todo el cariño que recibo de este pueblo; pero hay que estar en mi lugar para comprenderlo. La gente es muy efusiva y se olvida de que eres una persona con tus propias dificultades”, añadió.

“He vivido de todo con la polémica popularidad. Conozco lo bueno y lo malo de sentirla al máximo. Este es un tema para hacerle una entrevista aparte, pero no es el caso. Las historias que se inventan sobre ti cuando eres una figura pública son increíbles. Te pueden ayudar o perjudicar. Te conviertes en un objeto de placer y satisfacción para el público. “, continuó.

La artista también contó uno de los peores momentos que ha pasado en su carrera cuando tuvo que actuar con un actor que no le dirigió la palabra por meses.
Sin revelar su nombre, narró lo ocurrido.

“Nada me ha costado más que trabajar durante muchos meses con un actor que, por algún motivo que ignoro, dejó de hablarme. Nunca supe el porqué de esa actitud. Lo peor era que incluso haciendo escenas de amor profundo no me miraba hasta que no se decía la palabra acción; solo ahí se creaba la magia. Nunca ensayamos los textos, nunca me dio su opinión; nos enfrentábamos a la escena como dos toros que buscan el triunfo”, concluyó.

Si te gusta, ¡COMPARTE!