Altos precios en heladería cubana. “Listo para llevar… y desangrar el bolsillo”, comenzó diciendo el cineasta, documentalista y crítico audiovisual Frank Padrón Nodarse en una publicación de Facebook.
En su muro, se refirió a un negocio particular de La Habana que oferta helados para consumir en el establecimiento y para llevar en vasos plásticos o de cartón.
Se trata de “Pret a porter” (Prêt-à-porter, francés), “un sitio visitado (hay hasta cola incluso tarde en la noche) y se entiende sobre todo teniendo en cuenta que la poca competencia está muy en desventaja, empezando por un Coppelia cada vez más venido a menos, desprestigiado y vergonzoso”, señaló Padrón.
Sin embargo, el motivo del post fueron los altos precios de las bolas de helado en este lugar, situado en la calle 25 e/ G y H en la zona del Vedado.
“En moda, ‘pret a porter’ es un galicismo surgido en los años 50 referente al célebre Pierre Cardin, cuyos diseños para las prendas de grandes marcas podían ser adquiridos por un público amplio”, comentó el también profesor de la Escuela de Cine para indicar que el nombre escogido para la heladería no se corresponde con el costo de sus productos.
Altos precios en heladería cubana
Inmediatamente, denunció que una bola de helado en la heladería privada cubana cuesta 120 pesos. Téngase en cuenta que el salario medio de Cuba no supera los 3500 pesos.
“Lo que dudo sinceramente que cualquier modelo del ‘pret’ sea más caro que estos ‘gelato’, con bolas grandes que comenzaron a 80 pesos cubanos (CUP) –las medianas 60– y ya van por… 120, seguidas proporcionalmente por estas últimas”, agregó Padrón.
El cineasta confiesa conocer bien el producto y la heladería, ya que reside cerca de este sitio, y que “disfruta desangrar su bolsillo” con tal de probar el “gelato”.
“No es un mal helado esta imitación italiana que ofrece una variedad de sabores incluso foráneos que le han granjeado un amplio público sobre todo joven, pese a sus brutales precios. Pero, tampoco es, hablando en buen cubano, nada del otro mundo. Excepto el de yogur, mi preferido (los he probado casi todos), son demasiado dulces y cremosos, pero no remiten a leche alguna”, indicó.
Fran Padrón detalló que ni la inflación ni las dificultades para conseguir los suministros en Cuba son justificantes para que estos precios exorbitantes, ya que en el “Pret a porter” llegan a sacarle ganancias a los agregados (sirope, cremas, etc.), que en cualquier parte del mundo van por la casa.
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