Mujeres cubanas sufren escasez de “íntimas” otra vez

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La ausencia de almohadillas sanitarias o “íntimas” que normalmente deben ser vendidas mediante la libreta de abastecimiento ha llegado a ser reconocida por los medios oficialistas de la isla.

Un reporte reciente del periódico Escambray de Sancti Spíritus revela que la única fábrica que las produce y que se encuentra en esta provincia central, solo ha podido entregar este año apenas dos millones de paquetes.

Esta empresa debe abastecer a seis regiones del país desde Matanzas hasta Camagüey y los propios funcionarios han llegado a comunicar que solo trabajan por períodos de entre 10 y 15 días cada mes.

En declaraciones al referido medio, Ángel Pozo González, director de la Unidad Empresarial de Base Mathisa Sancti Spíritus, aclaró que “el bloqueo impuesto por los Estados Unidos a la isla limita la obtención de materiales para garantizar la producción”.

También menciona que la industria depende de la llegada de cintas, superabsorbentes y otros insumos contratados con diferentes proveedores y desde naciones muy distantes como son: España, Finlandia, China y México, lo cual encarece el costo de los mismos.

Para colmo, en estos momentos solo cuentan con materia prima para unos 10 días de cobertura y siguen a la espera del arribo de nuevos envíos.

Almohadillas sanitarias o “íntimas” en Cuba, perdidas

A las almohadillas sanitarias se les conocen en Cuba también como “íntimas”, por la primera marca estatal que las comenzó a vender allá por los años noventa, ya que anteriormente los paquetes no contaban con sello ni nombre comercial alguno.

El pasado mes de marzo, la activista Juliette Isabel Fernández Estrada publicó en su perfil que “el Estado no ha vendido ni uno de los exiguos paquetes de íntimas que tenemos derecho a comprar en las farmacias, a razón de diez íntimas al mes por mujer entre 10 y 55 años de edad”.

Desde hace más de dos años, las mujeres cubanas han denunciado en redes sociales la total ausencia del producto tan necesario para la higiene femenina. Para paliar un tanto la situación, han debido recurrir al mercado informal adquiriéndolas a más del triple de su precio original o peor aún, utilizando recortes de tela como almohadillas sanitarias.

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