A pesar de que el nuevo código de la familia vigente en Cuba prohíbe los matrimonios entre adolescentes, sí está permitida la unión consensuada por menores y hombres mayores, una de las condicionantes de que hayan aumentado los embarazos en edades tempranas.
El hecho fue reconocido durante la actual sesión de la Asamblea Nacional por el ministro de Salud Pública, José Angel Portal Miranda, quien aseguró que se han incrementado los embarazos en edades todavía más tempranas, por debajo de los 15 años, publica el portal oficial Cubadebate.
Actualmente, la fecundidad en Cuba tiene tasas de 1,41 hijos por mujer y en gran parte se trata de niñas de 12 a 19 años. Cifras del año pasado revelan que se cuantifican nacimientos por 1.000 mujeres de 15 a 19 años con mayor incidencia en seis provincias. Específicamente se hallan por encima de ese indicador Las Tunas, Granma, Guantánamo, Camagüey, Santiago de Cuba y Ciego de Ávila.
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Esta situación pone en alerta a las autoridades del Programa Materno Infantil (PAMI), ya que la gran parte de los nacimientos están sobre la base de fecundidad adolescente.
“Hay que saber en las aulas cuántas ausencias hay por esta causa”, indicó por su parte el Doctor en Ciencias Antonio Aja Díaz, director del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana.
Además, especificó que el problema está latente en más de 90 municipios del país: “Detrás de la fecundidad adolescente hay problemas sociales en la familia, que se transmiten de una generación a otra. La hija de una madre adolescente, muchas veces termina siendo también madre en edades tempranas de la vida”, apuntó.
EMBARAZO EN MENORES DE EDAD: CUBA
Al presentar el informe los propios funcionarios admitieron que existen barreras de acceso de las y los adolescentes a servicios de salud sexual y reproductiva. También se ha demostrado que las adolescentes usan menos la anticoncepción que las mujeres de edad más avanzada, sumado a la ausencia de píldoras de este tipo en las farmacias del país.
Encuestas también revelan que resultaron más proclives los embarazos tempranos, las adolescentes mestizas y negras, residentes en entornos rurales, desvinculadas del estudio y el trabajo, en viviendas con bajos ingresos y en condiciones precarias.
También existe la creencia de que el embarazo puede ser una vía de migración, para mejorar su bienestar, salir de la pobreza de la familia de origen e incluso algunas creen que es un modo de lograr independencia.